Piensa en la capacidad intelectual colectiva de tu organización: los conocimientos, las experiencias y las ideas que hacen vibrar a tu equipo. ¿Cómo te aseguras que las lecciones aprendidas, los éxitos y los fracasos se compartan, aprovechen y utilicen para impulsar el crecimiento? La clave está en el desarrollo de estrategias de Gestión del Conocimiento.
En efecto, cuando se encuentran bien concebidos estos planes sientan las bases para captar, organizar y compartir los saberes en toda la empresa. Para aprovechar esta práctica, en este artículo definimos el concepto, explicamos en detalle las razones de su importancia, así como sus ventajas y también obstáculos y presentamos un paso a paso para desarrollar una estrategia de este tipo que funcione en tu organización y te ayude a liberar todo el potencial que posee tu equipo.
¿Qué es la Gestión del Conocimiento?
La Gestión del Conocimiento es el proceso de captar, distribuir y utilizar eficazmente los saberes dentro de una organización. En general, consiste en administrar la información y el know how especializado para garantizar que las personas que lo requieran puedan acceder a estas valiosas ideas y habilidades.
La práctica suele incluir desde documentos formales o una base de conocimiento hasta saberes informales que circulan en la empresa y mejores prácticas de la operatoria diaria.
Además, se trata de un proceso específico dentro del marco ITIL. Según AXELOS -que rige ITIL-, la Gestión del Conocimiento asegura que la información adecuada esté disponible para las personas indicadas en el momento justo. Esto ayuda a tomar decisiones basadas en datos, optimizar los servicios y aumentar la eficacia general.
Otros marcos también hacen hincapié en la importancia de esta iniciativa. Por ejemplo, Knowledge Centered Support (KCS - Servicio Centrado en el Conocimiento) es una metodología que apunta a crear y mantener dicho saber como parte del proceso de la prestación de servicios.
Lo cierto es que a medida que las organizaciones percibieron el valor de sus activos de conocimiento, comenzaron a surgir enfoques formales para orientar la gestión eficaz que puede resultar compleja.
¿Por qué se necesitan estrategias para la Gestión del Conocimiento?
Entonces, ¿por qué es necesario crear estrategias para la Gestión del Conocimiento? ¿No basta con disponer de algunas herramientas y prácticas? Pues no. El manejo de los saberes constituye una tarea compleja. De hecho, sin un plan sólido, te enfrentarás a muchos obstáculos.
En primer lugar, sin una estrategia corres el riesgo de caer en la incoherencia, ya que la información tiende a fragmentarse en varios departamentos o sistemas, lo que genera ineficacia y gaps. Por lo tanto, un plan bien definido garantiza que las prácticas de Gestión del Conocimiento se estandaricen e integren en toda la organización.
Asimismo, la simple implementación de herramientas de Gestión del Conocimiento sin un plan puede no responder a las necesidades o retos específicos del negocio. Una estrategia permite alinear los esfuerzos de la práctica con los objetivos de la empresa, ayuda a establecer metas claras, contribuye a determinar qué información debe abordarse y delinea la forma de usarla para apoyar dichos propósitos.
Además, las estrategias de Gestión del Conocimiento contempla los aspectos culturales y de comportamiento, es decir, presenta una justificación clara para evitar una posible resistencia por parte de los empleados a la adopción de nuevas prácticas vinculadas al manejo de los saberes. En definitiva, el plan ayuda a abordar el cambio a través de la comunicación de sus ventajas y la garantía de la comprensión del papel de cada uno en el proceso.
Por último, resulta fundamental la medición de las iniciativas de Gestión del Conocimiento, lo cual es una tarea compleja. Una estrategia proporciona un marco para la definición y el seguimiento de los indicadores clave de rendimiento (KPIs), asegurando la evaluación del impacto de la práctica y el impulso a ejecutar los ajustes necesarios.
Pasos para desarrollar estrategias de Gestión del Conocimiento eficaces
Como el desarrollo de estrategias de Gestión del Conocimiento requiere de una planificación y ejecución minuciosas, aquí desplegamos cinco pasos clave para que este proceso resulte eficaz y manejable.
Paso 1: creación de un equipo
Para impulsar tus iniciativas de Gestión del Conocimiento, es imprescindible definir un equipo encargado de dirigir la estrategia y asegurar que se encuentre en consonancia con los objetivos de la organización.
El grupo debe incluir una combinación de roles, cada uno con un objetivo claro, para garantizar que nada se pierda: un líder de gestión del conocimiento que monitoree la estrategia, gestores del conocimiento, especialistas en IT que se ocupen de la parte técnica y representantes de varios departamentos que garanticen que el plan satisface las distintas necesidades.
Paso 2: realización de una auditoría
Antes de lanzarte a utilizar nuevas herramientas o procesos, es esencial conocer tu situación actual a través de una auditoría de los conocimientos.
Esta instancia consiste en la evaluación de las prácticas de Gestión del Conocimiento existentes. Por ejemplo, determinar cómo se almacena la información, cómo se comparte y cómo se accede a ella en toda la organización, si existen silos, si los datos son obsoletos o se duplican.
Dichas cuestiones te permitirán identificar gaps y áreas de mejora. Posiblemente descubras que algunos departamentos cuentan con sistemas eficientes, mientras que otros muestran dificultades.
Paso 3: justificación de la práctica
Una vez realizada la auditoría, deberás justificar la necesidad de implementar una estrategia de Gestión del Conocimiento ante las partes interesadas para poder solicitarles recursos y facilitar el proceso.
Tu argumento comercial tendrá que basarse en las ventajas que conlleva la aplicación de dicho plan, como la mejora en la toma de decisiones, la agilización de la incorporación de empleados e incluso el ahorro de costos al reducir la redundancia.
En tu exposición incluye elementos clave como el retorno de la inversión prevista, los riesgos potenciales de no aplicar la Gestión del Conocimiento y que no exista una conexión clara con los objetivos empresariales.
Así, un argumento empresarial bien elaborado facilitará la aceptación de las estrategias para la Gestión del Conocimiento por parte de los directivos de la organización.
Paso 4: elección de las herramientas adecuadas
La designación de las herramientas adecuadas puede marcar el éxito o el fracaso de tus estrategias de Gestión del Conocimiento. Con innumerables opciones disponibles, desde bases de conocimiento hasta sistemas de intranet, es importante elegir aquellas que se adapten a las necesidades específicas de tu organización. Piensa en la facilidad de uso, la escalabilidad y la integración con los sistemas existentes.
Por ejemplo, una base de conocimiento será ideal para centralizar la información, mientras que una intranet simplificará la comunicación y la colaboración. No te limites a optar por las herramientas más populares, sino las que realmente resuelvan los problemas de tu organización.
Paso 5: desarrollo de una hoja de ruta para la implementación
La creación de un plan para la implementación de la estrategia de Gestión del Conocimiento implica el establecimiento de un calendario claro con hitos y los objetivos a corto plazo -como la configuración inicial y la formación- y a largo plazo -las actualizaciones periódicas y la asistencia continua-. De este modo, todos saben qué esperar y cuándo.
Por eso la comunicación es clave: debes mantener informadas a las partes interesadas en cada fase para evitar sorpresas. Porque un plan bien difundido garantiza que todos estén de acuerdo, lo que reduce la resistencia al cambio.
Paso 6: fomento de una cultura de intercambio de conocimientos
Aunque cuentes con las mejores herramientas y los procesos adecuados, tus estrategias de Gestión del Conocimiento fracasarán si no existe una cultura de intercambio de conocimientos.
El impulso de la colaboración y la comunicación abierta en todos los niveles de la organización puede implicar la organización de reuniones periódicas de intercambio de saberes, el reconocimiento y la recompensa de las contribuciones o simplemente la facilitación a los empleados del acceso a la información.
El objetivo es hacer del intercambio de saberes una parte natural del ADN de tu empresa, en lugar de que parezca algo forzado o adicional.
Paso 7: medición y adaptación de la estrategia
El último paso es medir el éxito de tu estrategia de Gestión del Conocimiento y hacer los ajustes necesarios. Para ello, establece indicadores clave de rendimiento (KPIs) que se ajusten a los objetivos de tu organización: por ejemplo, la cantidad de reuniones de intercambio de conocimientos realizadas, de nuevos contenidos añadidos a tu base de conocimiento o la velocidad de incorporación de los nuevos empleados.
Estos parámetros deben ser revisados periódicamente y así adaptar la estrategia en función de los resultados. La Gestión del Conocimiento no es una tarea que se hace una única vez, sino que se trata de un proceso continuo que evolucionará a medida que tu organización crezca y cambie.
5 estrategias y recursos para la Gestión del Conocimiento
Para que sepas concretamente cómo llevar a la práctica esta iniciativa, aquí te presentamos 5 estrategias y recursos para la Gestión del Conocimiento:
- Creación de una base de conocimiento centralizada: una compilación de saberes, experiencias y aprendizajes a la que accederán todos los interesados. De este modo tendrán la posibilidad de aprovecharlos y aplicarlos para cuestiones que ya fueron abordadas por otras personas anteriormente. Documentación, procedimientos, bases de datos de clientes, manuales, informes, plantillas y preguntas frecuentes, constituyen algunas de las variantes para incluir en la base.
Recursos: bases de datos compartidas o software de Gestión del Conocimiento como SharePoint, Notion o Confluence son ideales para este propósito. - Generación de una comunidad para la práctica: un espacio para resolver problemas, compartir experiencias y fomentar el aprendizaje continuo y la innovación. En el marco de una cultura que valore la colaboración, esta instancia deberá motivar a las personas para que contribuyan con sus ideas en la organización.
Recursos: programas de incubación de ideas, planes para impulsar la investigación o hackatons internos. - Mapeo del conocimiento y mentoría inversa: identificación de expertos en cada área y el impulso de la transferencia de los saberes para el resto del personal. Por otra parte, la mentoría inversa significa que los empleados jóvenes que poseen habilidades tecnológicas avanzadas enseñan a los senior sobre estas cuestiones, fomentando así un intercambio de conocimientos bidireccional.
Recursos: programas de recompensa por las contribuciones individuales y grupales, y sesiones de mentoría y coaching para impartir conocimientos. - Uso de herramientas tecnológicas para reunir y distribuir la información: además del fomento de la comunicación interna, es fundamental automatizar ciertas tareas para facilitar la obtención del conocimiento así como su difusión.
Recursos: las plataformas de mensajería y videoconferencia, como Slack o Microsoft Teams; Intranets para compartir información; y Sistemas de Gestión de Contenido (CMS) para crear y gestionar artículos en la web. - Evaluación y mejora continua de la Gestión del Conocimiento: como adelantamos, se trata de un proceso continuo que requiere ajustes. Para ello, los indicadores clave de rendimiento proporcionan un escenario claro sobre los avances y los gaps de la iniciativa.
Recursos: encuestas a los empleados para conocer su opinión sobre las herramientas y procesos existentes, evaluación de los KPIs y uso de la Inteligencia artificial para analizar y categorizar datos relevantes.
Beneficios de la Gestión del Conocimiento
Uno de los beneficios más inmediatos de la Gestión del Conocimiento es el aumento de la eficacia y la productividad. Porque cuando la información se capta sistemáticamente y se torna fácilmente accesible, los empleados dedican menos tiempo a buscar datos y más a aplicarlos.
Por el contrario, la ausencia de estrategias de Gestión del Conocimiento conlleva graves consecuencias, incluyendo la pérdida de oportunidades, la duplicación de los esfuerzos y una disminución general de la eficacia en la organización.
Sin un plan claro, los saberes valiosos pueden convertirse en silos o perderse, dejando a tu equipo sin los recursos que necesita para alcanzar el éxito en sus tareas.
Otros beneficios de la estrategia de Gestión del Conocimiento:
- Mejora la toma de decisiones: cuando los profesionales tienen acceso a datos precisos y actualizados, arribarán rápidamente a determinaciones más informadas. Esto reduce la probabilidad de errores y garantiza que todos estén de acuerdo, lo cual es crucial para mantener una ventaja competitiva.
- Innovación y creatividad: cuando los empleados disponen de una plataforma para compartir sus conocimientos, suelen colaborar más eficazmente, impulsando nuevas ideas y soluciones creativas que no habrían surgido de otro modo.
- Formación y onboarding: la aplicación de una estrategia permite optimizar significativamente los procesos de incorporación de empleados y capacitación, ya que se pueden poner al día más rápidamente. En efecto, gracias a una base de conocimiento bien organizada que incluye mejores prácticas, procedimientos documentados y opiniones de miembros experimentados del equipo, es posible reducir la curva de aprendizaje y garantizar la coherencia en la aplicación de los conocimientos en toda la organización.
5 Strategies and Resources for Knowledge Management
To give you concrete guidance on how to implement this initiative, here are 5 strategies and resources for Knowledge Management:
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Creation of a Centralized Knowledge Base: A compilation of knowledge, experiences, and learnings accessible to all interested parties. This allows them to leverage and apply information for issues that have already been addressed by others. Documentation, procedures, customer databases, manuals, reports, templates, and frequently asked questions are some of the elements that should be included in the knowledge base.
Resources: Shared databases or Knowledge Management software such as SharePoint, Notion, or Confluence are ideal for this purpose.
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Creation of a Practice Community: A space to solve problems, share experiences, and promote continuous learning and innovation. Within a culture that values collaboration, this space should motivate people to contribute their ideas to the organization.
Resources: Idea incubation programs, plans to promote research, or internal hackathons.
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Knowledge Mapping and Reverse Mentorship: Identifying experts in each area and promoting the transfer of knowledge to the rest of the staff. Reverse mentorship, on the other hand, involves younger employees with advanced technological skills teaching senior staff about these topics, fostering a two-way exchange of knowledge.
Resources: Reward programs for individual and group contributions, and mentorship and coaching sessions to share knowledge.
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Use of Technological Tools to Gather and Distribute Information: Beyond promoting internal communication, it is crucial to automate certain tasks to facilitate the acquisition and dissemination of knowledge.
Resources: Messaging and videoconferencing platforms such as Slack or Microsoft Teams; intranets for information sharing; and Content Management Systems (CMS) for creating and managing web articles.
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Evaluation and Continuous Improvement of Knowledge Management: As mentioned, this is an ongoing process that requires adjustments. Key performance indicators provide a clear picture of the initiative's progress and gaps.
Resources: Employee surveys to gather feedback on existing tools and processes, evaluation of KPIs, and the use of artificial intelligence to analyze and categorize relevant data.
Desafíos comunes
La implementación de una estrategia de Gestión del Conocimiento representa un proceso complejo, por lo que suelen presentarse varios retos en este ámbito que enumeramos a continuación.
Resistencia de los empleados
La gente tiende a sentirse cómoda con los procesos existentes, por lo cual la incorporación de nuevos sistemas o prácticas puede ser recibida con escepticismo o reticencia.
De hecho, según un estudio de IDC, sólo el 45% de los empleados de grandes empresas (más de 500 personas) utilizan el conocimiento en sus organizaciones.
Para vencer esta resistencia es necesario comunicar claramente las ventajas de la estrategia incorporada, involucrar activamente a los empleados en la transición, impartir formación y demostrar la forma en que las nuevas prácticas facilitarán su trabajo.
Falta de apoyo
Sin el apoyo adecuado de la dirección, tanto en términos de recursos financieros como de compromiso, es difícil aplicar y mantener un sistema sólido de Gestión del Conocimiento.
Y como mencionamos anteriormente, para que las estrategias de este tipo resulten exitosas, se requiere el respaldo de los niveles superiores de la organización.
Para superar este obstáculo es fundamental que los altos cargos comprendan el valor de la práctica y estén dispuestos a invertir en ella.
Medir el impacto
Para determinar la rentabilidad de los esfuerzos de Gestión del Conocimiento, hay que hacer un seguimiento de ciertos parámetros, como la mejora de la eficiencia, la reducción de la duplicación del trabajo y el aumento de la satisfacción de los empleados.
Sin embargo, la cuantificación de estos beneficios es complicada. Para facilitar la cuestión, debes establecer KPIs claros desde el principio y revisar periódicamente estos parámetros para evaluar la eficacia de las estrategias de Gestión del Conocimiento y así realizar los ajustes necesarios.
Conclusión
El desarrollo de estrategias de Gestión del Conocimiento constituye una inversión estratégica en pos del futuro de la organización, ya que garantizan que los saberes se capten, almacenen y sean accesibles y útiles para todos.
Aunque pueden surgir problemas, el abordaje mediante un plan claro permitirá abordarlos y así marcar una diferencia significativa. De este modo, la organización mejora el rendimiento y logra un crecimiento sostenido.
En definitiva, la inversión en Gestión del Conocimiento implica un aporte en su capacidad para adaptarse, innovar y prosperar.
n la capacidad intelectual colectiva de tu organización: los conocimientos, las experiencias y las ideas que hacen vibrar a tu equipo. ¿Cómo te aseguras que las lecciones aprendidas, los éxitos y los fracasos se compartan, aprovechen y utilicen para impulsar el crecimiento? La clave está en el desarrollo de estrategias de Gestión del Conocimiento.
En efecto, cuando se encuentran bien concebidos estos planes sientan las bases para captar, organizar y compartir los saberes en toda la empresa. Para aprovechar esta práctica, en este artículo definimos el concepto, explicamos en detalle las razones de su importancia, así como sus ventajas y también obstáculos y presentamos un paso a paso para desarrollar una estrategia de este tipo que funcione en tu organización y te ayude a liberar todo el potencial que posee tu equipo.
¿Qué es la Gestión del Conocimiento?
La Gestión del Conocimiento es el proceso de captar, distribuir y utilizar eficazmente los saberes dentro de una organización. En general, consiste en administrar la información y el know how especializado para garantizar que las personas que lo requieran puedan acceder a estas valiosas ideas y habilidades.
La práctica suele incluir desde documentos formales o una base de conocimiento hasta saberes informales que circulan en la empresa y mejores prácticas de la operatoria diaria.
Además, se trata de un proceso específico dentro del marco ITIL. Según AXELOS -que rige ITIL-, la Gestión del Conocimiento asegura que la información adecuada esté disponible para las personas indicadas en el momento justo. Esto ayuda a tomar decisiones basadas en datos, optimizar los servicios y aumentar la eficacia general.
Otros marcos también hacen hincapié en la importancia de esta iniciativa. Por ejemplo, Knowledge Centered Support (KCS - Servicio Centrado en el Conocimiento) es una metodología que apunta a crear y mantener dicho saber como parte del proceso de la prestación de servicios.
Lo cierto es que a medida que las organizaciones percibieron el valor de sus activos de conocimiento, comenzaron a surgir enfoques formales para orientar la gestión eficaz que puede resultar compleja.
¿Por qué se necesitan estrategias para la Gestión del Conocimiento?
Entonces, ¿por qué es necesario crear estrategias para la Gestión del Conocimiento? ¿No basta con disponer de algunas herramientas y prácticas? Pues no. El manejo de los saberes constituye una tarea compleja. De hecho, sin un plan sólido, te enfrentarás a muchos obstáculos.
En primer lugar, sin una estrategia corres el riesgo de caer en la incoherencia, ya que la información tiende a fragmentarse en varios departamentos o sistemas, lo que genera ineficacia y gaps. Por lo tanto, un plan bien definido garantiza que las prácticas de Gestión del Conocimiento se estandaricen e integren en toda la organización.
Asimismo, la simple implementación de herramientas de Gestión del Conocimiento sin un plan puede no responder a las necesidades o retos específicos del negocio. Una estrategia permite alinear los esfuerzos de la práctica con los objetivos de la empresa, ayuda a establecer metas claras, contribuye a determinar qué información debe abordarse y delinea la forma de usarla para apoyar dichos propósitos.
Además, las estrategias de Gestión del Conocimiento contempla los aspectos culturales y de comportamiento, es decir, presenta una justificación clara para evitar una posible resistencia por parte de los empleados a la adopción de nuevas prácticas vinculadas al manejo de los saberes. En definitiva, el plan ayuda a abordar el cambio a través de la comunicación de sus ventajas y la garantía de la comprensión del papel de cada uno en el proceso.
Por último, resulta fundamental la medición de las iniciativas de Gestión del Conocimiento, lo cual es una tarea compleja. Una estrategia proporciona un marco para la definición y el seguimiento de los indicadores clave de rendimiento (KPIs), asegurando la evaluación del impacto de la práctica y el impulso a ejecutar los ajustes necesarios.
Pasos para desarrollar estrategias de Gestión del Conocimiento eficaces
Como el desarrollo de estrategias de Gestión del Conocimiento requiere de una planificación y ejecución minuciosas, aquí desplegamos cinco pasos clave para que este proceso resulte eficaz y manejable.
Paso 1: creación de un equipo
Para impulsar tus iniciativas de Gestión del Conocimiento, es imprescindible definir un equipo encargado de dirigir la estrategia y asegurar que se encuentre en consonancia con los objetivos de la organización.
El grupo debe incluir una combinación de roles, cada uno con un objetivo claro, para garantizar que nada se pierda: un líder de gestión del conocimiento que monitoree la estrategia, gestores del conocimiento, especialistas en IT que se ocupen de la parte técnica y representantes de varios departamentos que garanticen que el plan satisface las distintas necesidades.
Paso 2: realización de una auditoría
Antes de lanzarte a utilizar nuevas herramientas o procesos, es esencial conocer tu situación actual a través de una auditoría de los conocimientos.
Esta instancia consiste en la evaluación de las prácticas de Gestión del Conocimiento existentes. Por ejemplo, determinar cómo se almacena la información, cómo se comparte y cómo se accede a ella en toda la organización, si existen silos, si los datos son obsoletos o se duplican.
Dichas cuestiones te permitirán identificar gaps y áreas de mejora. Posiblemente descubras que algunos departamentos cuentan con sistemas eficientes, mientras que otros muestran dificultades.
Paso 3: justificación de la práctica
Una vez realizada la auditoría, deberás justificar la necesidad de implementar una estrategia de Gestión del Conocimiento ante las partes interesadas para poder solicitarles recursos y facilitar el proceso.
Tu argumento comercial tendrá que basarse en las ventajas que conlleva la aplicación de dicho plan, como la mejora en la toma de decisiones, la agilización de la incorporación de empleados e incluso el ahorro de costos al reducir la redundancia.
En tu exposición incluye elementos clave como el retorno de la inversión prevista, los riesgos potenciales de no aplicar la Gestión del Conocimiento y que no exista una conexión clara con los objetivos empresariales.
Así, un argumento empresarial bien elaborado facilitará la aceptación de las estrategias para la Gestión del Conocimiento por parte de los directivos de la organización.
Paso 4: elección de las herramientas adecuadas
La designación de las herramientas adecuadas puede marcar el éxito o el fracaso de tus estrategias de Gestión del Conocimiento. Con innumerables opciones disponibles, desde bases de conocimiento hasta sistemas de intranet, es importante elegir aquellas que se adapten a las necesidades específicas de tu organización. Piensa en la facilidad de uso, la escalabilidad y la integración con los sistemas existentes.
Por ejemplo, una base de conocimiento será ideal para centralizar la información, mientras que una intranet simplificará la comunicación y la colaboración. No te limites a optar por las herramientas más populares, sino las que realmente resuelvan los problemas de tu organización.
Paso 5: desarrollo de una hoja de ruta para la implementación
La creación de un plan para la implementación de la estrategia de Gestión del Conocimiento implica el establecimiento de un calendario claro con hitos y los objetivos a corto plazo -como la configuración inicial y la formación- y a largo plazo -las actualizaciones periódicas y la asistencia continua-. De este modo, todos saben qué esperar y cuándo.
Por eso la comunicación es clave: debes mantener informadas a las partes interesadas en cada fase para evitar sorpresas. Porque un plan bien difundido garantiza que todos estén de acuerdo, lo que reduce la resistencia al cambio.
Paso 6: fomento de una cultura de intercambio de conocimientos
Aunque cuentes con las mejores herramientas y los procesos adecuados, tus estrategias de Gestión del Conocimiento fracasarán si no existe una cultura de intercambio de conocimientos.
El impulso de la colaboración y la comunicación abierta en todos los niveles de la organización puede implicar la organización de reuniones periódicas de intercambio de saberes, el reconocimiento y la recompensa de las contribuciones o simplemente la facilitación a los empleados del acceso a la información.
El objetivo es hacer del intercambio de saberes una parte natural del ADN de tu empresa, en lugar de que parezca algo forzado o adicional.
Paso 7: medición y adaptación de la estrategia
El último paso es medir el éxito de tu estrategia de Gestión del Conocimiento y hacer los ajustes necesarios. Para ello, establece indicadores clave de rendimiento (KPIs) que se ajusten a los objetivos de tu organización: por ejemplo, la cantidad de reuniones de intercambio de conocimientos realizadas, de nuevos contenidos añadidos a tu base de conocimiento o la velocidad de incorporación de los nuevos empleados.
Estos parámetros deben ser revisados periódicamente y así adaptar la estrategia en función de los resultados. La Gestión del Conocimiento no es una tarea que se hace una única vez, sino que se trata de un proceso continuo que evolucionará a medida que tu organización crezca y cambie.
5 estrategias y recursos para la Gestión del Conocimiento
Para que sepas concretamente cómo llevar a la práctica esta iniciativa, aquí te presentamos 5 estrategias y recursos para la Gestión del Conocimiento:
- Creación de una base de conocimiento centralizada: una compilación de saberes, experiencias y aprendizajes a la que accederán todos los interesados. De este modo tendrán la posibilidad de aprovecharlos y aplicarlos para cuestiones que ya fueron abordadas por otras personas anteriormente. Documentación, procedimientos, bases de datos de clientes, manuales, informes, plantillas y preguntas frecuentes, constituyen algunas de las variantes para incluir en la base.
- Recursos: bases de datos compartidas o software de Gestión del Conocimiento como SharePoint, Notion o Confluence son ideales para este propósito.
- Generación de una comunidad para la práctica: un espacio para resolver problemas, compartir experiencias y fomentar el aprendizaje continuo y la innovación. En el marco de una cultura que valore la colaboración, esta instancia deberá motivar a las personas para que contribuyan con sus ideas en la organización.
- Recursos: programas de incubación de ideas, planes para impulsar la investigación o hackatons internos.
- Mapeo del conocimiento y mentoría inversa: identificación de expertos en cada área y el impulso de la transferencia de los saberes para el resto del personal. Por otra parte, la mentoría inversa significa que los empleados jóvenes que poseen habilidades tecnológicas avanzadas enseñan a los senior sobre estas cuestiones, fomentando así un intercambio de conocimientos bidireccional.
- Recursos: programas de recompensa por las contribuciones individuales y grupales, y sesiones de mentoría y coaching para impartir conocimientos.
- Uso de herramientas tecnológicas para reunir y distribuir la información: además del fomento de la comunicación interna, es fundamental automatizar ciertas tareas para facilitar la obtención del conocimiento así como su difusión.
- Recursos: las plataformas de mensajería y videoconferencia, como Slack o Microsoft Teams; Intranets para compartir información; y Sistemas de Gestión de Contenido (CMS) para crear y gestionar artículos en la web.
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Evaluación y mejora continua de la Gestión del Conocimiento: como adelantamos, se trata de un proceso continuo que requiere ajustes. Para ello, los indicadores clave de rendimiento proporcionan un escenario claro sobre los avances y los gaps de la iniciativa.
- Recursos: encuestas a los empleados para conocer su opinión sobre las herramientas y procesos existentes, evaluación de los KPIs y uso de la Inteligencia artificial para analizar y categorizar datos relevantes.
Beneficios de la Gestión del Conocimiento
Uno de los beneficios más inmediatos de la Gestión del Conocimiento es el aumento de la eficacia y la productividad. Porque cuando la información se capta sistemáticamente y se torna fácilmente accesible, los empleados dedican menos tiempo a buscar datos y más a aplicarlos.
Por el contrario, la ausencia de estrategias de Gestión del Conocimiento conlleva graves consecuencias, incluyendo la pérdida de oportunidades, la duplicación de los esfuerzos y una disminución general de la eficacia en la organización.
Sin un plan claro, los saberes valiosos pueden convertirse en silos o perderse, dejando a tu equipo sin los recursos que necesita para alcanzar el éxito en sus tareas.
Otros beneficios de la estrategia de Gestión del Conocimiento:
- Mejora la toma de decisiones: cuando los profesionales tienen acceso a datos precisos y actualizados, arribarán rápidamente a determinaciones más informadas. Esto reduce la probabilidad de errores y garantiza que todos estén de acuerdo, lo cual es crucial para mantener una ventaja competitiva.
- Innovación y creatividad: cuando los empleados disponen de una plataforma para compartir sus conocimientos, suelen colaborar más eficazmente, impulsando nuevas ideas y soluciones creativas que no habrían surgido de otro modo.
- Formación y onboarding: la aplicación de una estrategia permite optimizar significativamente los procesos de incorporación de empleados y capacitación, ya que se pueden poner al día más rápidamente. En efecto, gracias a una base de conocimiento bien organizada que incluye mejores prácticas, procedimientos documentados y opiniones de miembros experimentados del equipo, es posible reducir la curva de aprendizaje y garantizar la coherencia en la aplicación de los conocimientos en toda la organización.
Desafíos comunes
La implementación de una estrategia de Gestión del Conocimiento representa un proceso complejo, por lo que suelen presentarse varios retos en este ámbito que enumeramos a continuación.
Resistencia de los empleados
La gente tiende a sentirse cómoda con los procesos existentes, por lo cual la incorporación de nuevos sistemas o prácticas puede ser recibida con escepticismo o reticencia.
De hecho, según un estudio de IDC, sólo el 45% de los empleados de grandes empresas (más de 500 personas) utilizan el conocimiento en sus organizaciones.
Para vencer esta resistencia es necesario comunicar claramente las ventajas de la estrategia incorporada, involucrar activamente a los empleados en la transición, impartir formación y demostrar la forma en que las nuevas prácticas facilitarán su trabajo.
Falta de apoyo
Sin el apoyo adecuado de la dirección, tanto en términos de recursos financieros como de compromiso, es difícil aplicar y mantener un sistema sólido de Gestión del Conocimiento.
Y como mencionamos anteriormente, para que las estrategias de este tipo resulten exitosas, se requiere el respaldo de los niveles superiores de la organización.
Para superar este obstáculo es fundamental que los altos cargos comprendan el valor de la práctica y estén dispuestos a invertir en ella.
Medir el impacto
Para determinar la rentabilidad de los esfuerzos de Gestión del Conocimiento, hay que hacer un seguimiento de ciertos parámetros, como la mejora de la eficiencia, la reducción de la duplicación del trabajo y el aumento de la satisfacción de los empleados.
Sin embargo, la cuantificación de estos beneficios es complicada. Para facilitar la cuestión, debes establecer KPIs claros desde el principio y revisar periódicamente estos parámetros para evaluar la eficacia de las estrategias de Gestión del Conocimiento y así realizar los ajustes necesarios.
Conclusión
El desarrollo de estrategias de Gestión del Conocimiento constituye una inversión estratégica en pos del futuro de la organización, ya que garantizan que los saberes se capten, almacenen y sean accesibles y útiles para todos.
Aunque pueden surgir problemas, el abordaje mediante un plan claro permitirá abordarlos y así marcar una diferencia significativa. De este modo, la organización mejora el rendimiento y logra un crecimiento sostenido.
En definitiva, la inversión en Gestión del Conocimiento implica un aporte en su capacidad para adaptarse, innovar y prosperar.