La Curva del Cambio de Kübler Ross en el ámbito laboral: etapas y beneficios

Ignacio Graglia octubre 7, 2024
- 8 min read

El cambio es una constante en el mundo corporativo, pero afrontarlo se asemeja a una montaña rusa. La Curva del Cambio de Kübler Ross constituye un poderoso modelo que nos ayuda a comprender el impacto emocional que experimentan los empleados durante las transiciones significativas. También destaca la importancia de la empatía, el apoyo y la comunicación eficaz para poder atravesar las etapas de negación, ira, negociación, depresión y aceptación típicas de este proceso, con el objetivo final de gestionar con éxito las transformaciones organizacionales.

Tanto si se trata de implementar un nuevo software como de reorganizar equipos, esta curva ilustra las respuestas naturales al cambio que experimentan las personas y remarca la necesidad del apoyo de los equipos.

En este artículo, exploraremos los entresijos de la Curva de Kübler Ross, sus etapas y cómo aplicarla eficazmente en el ámbito laboral. 

Así que prepárate para sumergirte en el fascinante mundo de la Gestión de Cambio.

 

¿Qué es la Curva del Cambio?

La Curva del Cambio de Kübler Ross o simplemente Curva del Cambio fue introducida en 1969. Si bien la psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross creó este modelo para explicar las etapas emocionales del duelo, luego se adaptó al ámbito organizacional.

El modelo, que describe cómo suelen responder los individuos a los cambios significativos en su entorno, se convirtió en una valiosa herramienta para los directivos de empresas.

En esencia, presenta varias etapas por las que pasan las personas cuando se enfrentan a un cambio. Al tenerlas en cuenta, las organizaciones y los directivos pueden anticiparse y aplicar estrategias para apoyar a los empleados de forma eficaz.

Las 5 etapas del cambio de Kübler Ross

Aunque el modelo original identifica cinco etapas -negación, ira, negociación, depresión y aceptación-, muchas organizaciones lo ampliaron para incluir las fases de exploración y compromiso. A continuación, un desglose de las mismas.

1. Etapa de negación y shock

La primera fase suele manifestarse como incredulidad o confusión. Los empleados pueden manifestar dificultades para aceptar la realidad del cambio, que los lleva a un estado temporal de parálisis. 

Durante este tiempo, es esencial que los líderes proporcionen una comunicación clara y transparente para ayudarlos a procesar la información y así empezar a avanzar en el proceso.

2. Etapa de ira

A veces afloran sentimientos de frustración y resentimiento contra la organización, los líderes o la dirección, o incluso contra el propio cambio. Y los expresan mediante quejas o resistencia a las nuevas iniciativas.

Los líderes deben reconocer estas sensaciones y crear un entorno seguro para que los empleados expresen sus preocupaciones. Al validar dichas emociones, las organizaciones facilitan la transición a la siguiente etapa.

3. Etapa de negociación

Las personas intentan negociar las condiciones del cambio a través de compromisos o propuestas de soluciones alternativas para aliviar su malestar.

Esta etapa representa un punto de inflexión crucial, ya que indica que los empleados dejan de resistirse y comienzan a comprometerse con el cambio. 

Ante este panorama, los líderes pueden fomentar el diálogo abierto e involucrarlos activamente en las discusiones, de modo que se sientan valorados y escuchados.

4. Etapa de depresión

La etapa de depresión se caracteriza por los sentimientos de tristeza y desesperanza por parte de los trabajadores, ya que se enfrentan a la pérdida de aquello que les fue familiar. Esta confusión emocional reduce la motivación y la productividad.

En este contexto, es vital que las organizaciones reconozcan dichas sensaciones y ofrezcan apoyo emocional, como servicios de asesoramiento o programas de bienestar. 

De este modo, los líderes los ayudan a atravesar este período difícil, a la vez de fomentar un sentido de comunidad y comprensión.

5. Etapa de aceptación

Cuando los empleados entran en la etapa de aceptación, empiezan a reconocer el cambio y sus implicancias. Además, se allana el camino para la exploración y la experimentación de los procesos o sistemas recientemente incorporados.

En esta instancia, los directivos deben celebrar las pequeñas victorias y compartir historias de éxito que destaquen los aspectos positivos del cambio. Dicha estrategia de refuerzo motiva a los trabajadores a aceptar la nueva realidad y así buscar oportunidades de crecimiento.

Las dos etapas nuevas

Etapa de exploración

Los empleados buscan activamente comprender y adaptarse al nuevo entorno. En concreto, pueden experimentar con nuevos flujos de trabajo o colaborar con colegas para encontrar soluciones innovadoras.

Esta fase es crucial para fomentar una cultura de adaptabilidad y resiliencia dentro de la organización. Así, los líderes tienen que proporcionar formación y recursos para empoderar a los individuos, impulsando a que asuman su papel en la empresa y en el proceso de transición.

Etapa de compromiso

Esta etapa marca el punto en el que los trabajadores asumen plenamente el cambio y lo integran a sus rutinas diarias. Además, se comprometen a convertirlo en parte de su identidad profesional.

Las organizaciones pueden reforzar este compromiso reconociendo y recompensando a los empleados que demuestren entusiasmo por los nuevos sistemas o procesos. No sólo levanta la moral, sino que consolida la iniciativa de cambio como un aspecto permanente de la cultura organizacional.

El modelo de la Curva del Cambio de Kübler Ross aplicado a la organización

La implementación de la Curva del Cambio de Kübler Ross en el ámbito laboral implica reconocer cada etapa y llevar a cabo acciones específicas para apoyar a los empleados. 

Se trata de un camino óptimo para una eficaz Gestión del Cambio. Aquí cómo abordar cada etapa:

  • Negación y shock: comunica el cambio de forma clara y transparente. Ofrece tranquilidad y apoyo para ayudar a los empleados a procesar la información. Durante esta fase, los trabajadores pueden aferrarse a los procesos anteriores y resistirse a los nuevos métodos y procedimientos.
  • Ira: reconoce las emociones que experimentan las personas. Crea un espacio seguro para que expresen sus sentimientos y facilita canales de feedback.
  • Negociación: fomenta un diálogo abierto en el que los empleados manifiesten sus preocupaciones y propongan soluciones. Esto les permitirá sentirse más involucrados en el proceso.
  • Depresión: proporciona apoyo emocional a través de asesoramiento o programas de bienestar. Reconoce los desafíos a los que se enfrentan y valida sus sentimientos.
  • Aceptación: celebra las pequeñas victorias y los progresos. Comparte historias de éxito para inspirar a otros y reforzar los beneficios del cambio.
  • Exploración: brinda formación y recursos para ayudar a los empleados a familiarizarse con los nuevos sistemas o procesos. Fomenta la colaboración y la experimentación.
  • Compromiso: refuerza el cambio integrándolo a la cultura de la organización. Destaca y recompensa a los trabajadores que adopten las nuevas formas laborales.

Al abordar cada etapa de forma proactiva, las organizaciones pueden aumentar el índice de éxito de sus iniciativas de cambio y minimizar el impacto negativo en la moral de los empleados.

 

Beneficios de la Curva del Cambio

La aplicación de la Curva del Cambio de Kübler Ross en el espacio laboral ofrece varias ventajas:

  • Mayor comprensión: el modelo proporciona un marco para entender las respuestas emocionales, lo que permite a los líderes anticiparse a los desafíos y planificar en consecuencia. Es crucial apoyar la transición personal durante el cambio organizacional para garantizar que todos reciban la orientación y el apoyo necesarios.
  • Mejora de la comunicación: al reconocer las etapas del proceso de cambio, los líderes pueden adaptar sus estrategias de comunicación para abordar eficazmente las preocupaciones de los empleados.
  • Alza de la tasa de éxito: las organizaciones que aplican este enfoque a menudo registran iniciativas de cambio exitosas, ya que los trabajadores se sienten respaldados durante todo el proceso.
  • Cultura más sólida: al hacer hincapié en el bienestar emocional durante las transiciones se fomenta una cultura de apoyo en el ámbito laboral, lo cual conduce a un mayor compromiso y retención de los empleados.

Desafíos de la Curva del Cambio

A pesar de sus ventajas, la aplicación de la Curva del Cambio plantea los siguientes desafíos:

  • Variabilidad individual: los empleados pueden progresar por las etapas a ritmos diferentes, lo que dificulta abordar las necesidades de todos en simultáneo.
  • Resistencia al cambio: algunos se aferran al statu quo, provocando una oposición que obstaculiza el proceso.
  • Conocimiento limitado: es posible que no todos los directivos estén familiarizados con el modelo de Kübler Ross, lo cual implica un apoyo desigual a los empleados.

Para superar estos retos, las organizaciones deben invertir en formación y recursos de modo de dotar a los líderes de los saberes y herramientas necesarios para gestionar eficazmente el cambio.

Conclusión

Un proceso de cambio en la organización puede resultar una experiencia desalentadora. Sin embargo, la Curva del Cambio de Kübler Ross proporciona una hoja de ruta para que la transición sea exitosa. 

Al reconocer las etapas emocionales que experimentan los empleados, las organizaciones aplican las estrategias específicas para proporcionar apoyo, lo cual conduce a una transición más suave y a una cultura más resiliente.

Cabe recordar que el cambio no sólo es una cuestión de procesos, sino también de personas. Por lo tanto, la próxima vez que tu organización se enfrente a uno, considera la Curva de Kübler Ross como tu guía de confianza.

Preguntas más frecuentes

1) ¿Qué es la Curva del Cambio de Kübler Ross?

La Curva del Cambio es un modelo que describe las etapas emocionales que atraviesan las personas cuando se enfrentan a un cambio significativo: negación, ira, negociación, depresión y aceptación.

2) ¿Cómo pueden aplicar las organizaciones el modelo de la Curva del Cambio?

Las organizaciones aplican el modelo mediante el reconocimiento de cada etapa del proceso de cambio y la puesta en marcha de las acciones específicas para apoyar a los empleados, como comunicación clara, sostén emocional y formación.

3) ¿Cuáles son los beneficios de utilizar la Curva del Cambio en el ámbito laboral?

Entre los beneficios se incluyen una mejor comprensión de las respuestas emocionales, una optimización de la comunicación, un aumento de las tasas de éxito de las iniciativas de cambio y una cultura más sólida.

4) ¿Qué dificultades pueden encontrar las organizaciones al aplicar el modelo de Kübler Ross?

Entre los retos cabe citar la variabilidad individual en la forma en que los empleados progresan por las etapas, la resistencia al cambio y el escaso conocimiento del modelo entre los líderes.

 

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