La nube se convirtió en una herramienta esencial para las empresas que buscan escalar, innovar y mantenerse competitivas. Pero la migración a ese entorno es bastante más compleja que como apagar y encender un interruptor: el proceso requiere una cuidadosa planificación, sólidas estrategias y un profundo entendimiento de los posibles riesgos y beneficios.
Por eso, una estrategia de migración a la nube resulta fundamental, ya que ayuda a las organizaciones a trasladar de manera estructurada su infraestructura de IT, las aplicaciones y los datos desde sistemas locales (on-premise) a entornos basados en la nube. Además, evita tiempos de inactividad, vulnerabilidades de seguridad y costos innecesarios.
En este artículo, desglosamos todo aquello que debes saber para crear un plan exitoso de traspaso a la nube, entender las ventajas y desafíos, y conocer el modo de manejarse ante los tipos de estrategias de migración y las fases involucradas en el proceso.
¿Qué es la migración a la nube?
La migración a la nube se refiere al proceso de trasladar los activos digitales de una organización -datos, aplicaciones y cargas de trabajo, desde infraestructuras on-premise o sistemas heredados a una plataforma basada en la nube.
La transición puede ser parcial o completa, dependiendo de los objetivos y los requerimientos operativos de la empresa. Algunas optan por un enfoque híbrido, donde ciertas cargas de trabajo permanecen en las instalaciones mientras que otras pasan a la nube.
Ese entorno ofrece mucho más que un espacio de almacenamiento; permite optimizar el portfolio de IT, aumentar la flexibilidad y acceder a herramientas de última generación que impulsan la innovación. También abre la puerta a adoptar tecnologías nativas de la nube como contenedores, microservicios y arquitecturas serverless, que mejoran aún más la eficiencia operativa y la agilidad.
Ya sea que una organización traslade todo a la nube o adopte un modelo híbrido, la migración requiere una planificación exhaustiva, conocimientos técnicos y una comprensión clara de la infraestructura subyacente. Sin un plan, el proceso tenderá a fragmentarse, lo cual dificultará las operaciones comerciales, aumentará los costos y generará riesgos en la seguridad.

Beneficios de pasar a la nube
La migración a la nube constituye un cambio radical para las empresas. Esta iniciativa conlleva una serie de ventajas que impulsan la eficiencia, reducen los costos y fomentan la innovación. Aquí un desglose de los beneficios más importantes:
#1: Escalabilidad
El entorno permite a las empresas escalar recursos hacia arriba o hacia abajo según la demanda. Ya sea que experimente un crecimiento rápido o fluctuaciones estacionales, los servicios en la nube otorgan flexibilidad para ajustar la potencia de cómputo, el almacenamiento y el ancho de banda sin incurrir en costosas actualizaciones del hardware.
Esto es beneficioso especialmente para las startups y las compañías de rápido crecimiento que requieren agilidad para responder a las necesidades cambiantes del mercado.
#2: Ahorro en los costos
Una de las razones más convincentes para migrar a la nube es el potencial ahorro en los costos.
Mientras que la infraestructura tradicional de IT demanda inversiones iniciales significativas en hardware, software y mantenimiento; los servicios en la nube funcionan bajo un modelo de pago por uso, es decir, las empresas abonan por los recursos que consumen.
Como consecuencia se reduce el gasto en capital y los costos operativos, ya que no es necesario contar con centros de datos internos ni un equipo de tecnología extenso para el mantenimiento.
#3: Mejora de la seguridad
La seguridad constituye una prioridad para los proveedores de la nube, quienes invierten fuertemente en protocolos avanzados como el cifrado, la gestión de identidades y el monitoreo continuo. Por lo tanto, las empresas pueden beneficiarse de estas características integradas y así garantizar la protección de los datos frente a las amenazas cibernéticas.
Además, los prestadores actualizan regularmente su infraestructura para anticiparse a los nuevos desafíos en este tema, lo cual implica que ofrecen un nivel de resguardo superior al de la mayoría de los sistemas on-premise.
#4: Optimización de la colaboración
Las plataformas basadas en la nube facilitan la colaboración en tiempo real entre los equipos, sin importar su ubicación. En concreto, los empleados tienen la posibilidad de acceder y editar archivos, documentos y aplicaciones compartidas desde cualquier lugar del mundo, promoviendo la comunicación y el trabajo conjunto.
Dicha característica es valiosa especialmente para las empresas que emplean a personal remoto o distribuido globalmente, ya que aumenta la productividad y favorece una mayor flexibilidad en la forma de trabajo.
#5: Recuperación ante desastres
Otra gran ventaja es la mejora en la recuperación ante desastres, porque los proveedores de la nube proporcionan soluciones robustas de respaldo y restablecimiento veloz de los datos y de las aplicaciones críticas en caso de fallos del sistema o de ciberataques.
Esto minimiza el tiempo de inactividad y protege a las organizaciones del impacto potencialmente devastador de la pérdida de información.
Desafíos de pasar a la nube
A pesar de sus muchas ventajas, la migración a la nube también conlleva ciertos desafíos que las organizaciones deben considerar para asegurar un proceso fluido.
#1: Tiempo de inactividad
Una de las principales preocupaciones al pasar a la nube es la posibilidad de que se generen tiempos de inactividad. En efecto, durante el procedimiento, algunas aplicaciones, servicios o datos en ocasiones no están disponibles temporalmente, interrumpiendo las operaciones diarias.
Para minimizar el impacto en el negocio, es clave planificar estos períodos y asegurarse de que los sistemas críticos sigan operando durante la transición.
#2: Riesgos en la seguridad de los datos
Si bien los proveedores garantizan altos niveles de seguridad, la migración de los datos sensibles desde sistemas on-premise a la nube puede exponerlos a vulnerabilidades.
Así, las configuraciones de seguridad incorrectas, el cifrado insuficiente o la falta de control adecuado para el acceso en ocasiones conducen a brechas.
Las organizaciones deben implementar medidas de seguridad sólidas, como el cifrado de los datos, la autenticación multifactor y auditorías regulares para mitigar estos riesgos.

#3: Sobrecostos
Cuando no se gestiona correctamente, la migración resulta más costosa de lo previsto. Aunque estos servicios operan bajo un modelo de pago por uso, los gastos de traspaso aumentan debido a factores como las tarifas por transferencia de los datos, la re-arquitectura de las aplicaciones y el requerimiento de herramientas adicionales para gestionar ese entorno.
En consecuencia, resulta fundamental crear un presupuesto detallado y monitorear los gastos durante todo el proceso.
#4: Falta de habilidades
El procedimiento demanda habilidades y conocimientos especializados que a veces no están disponibles dentro de la organización. Si el equipo de IT carece de experiencia con plataformas en la nube, el proceso puede ser ineficiente e incurrir en errores costosos.
En ese contexto, muchas empresas deben invertir en la capacitación de su personal existente o contratar nuevos talentos para asegurar un traspaso exitoso.
#5: Dependencia del proveedor
Si bien la elección de un proveedor de la nube es crucial, en ocasiones conduce a su dependencia. Por caso, se hace difícil y costoso un cambio de prestador por las integraciones específicas de la plataforma, los formatos de los datos o las herramientas propietarias.
Esto limita la flexibilidad futura si las ofertas del proveedor ya no satisfacen las necesidades de la compañía. Para mitigar esto, hay que considerar usar entornos multi-nube o estándares abiertos.
¿Por qué usar una estrategia de migración a la nube?
Una estrategia de migración a la nube es esencial para guiar a la organización a través de la complejidad que implica el traslado de cargas de trabajo y aplicaciones a ese entorno. Sin un enfoque bien planificado, las empresas corren el riesgo de enfrentar retrasos, costos inesperados y problemas en la seguridad.
La primera razón para desarrollar un plan de este tipo es asegurar la alineación de los objetivos específicos del traspaso -por ejemplo, reducir los costos de IT, mejorar la escalabilidad o aumentar la seguridad- con las metas del negocio. De este modo, las empresas pueden adaptar su enfoque para cumplir con dichos propósitos.
Otro de los motivos es la identificación y mitigación de los riesgos, ya que la estrategia aborda los posibles desafíos -la seguridad de los datos y el tiempo de inactividad- antes de que ocurran, permitiendo que el equipo implemente soluciones que minimicen las interrupciones. Además de reducir las probabilidades de contratiempos, garantiza la continuidad del negocio durante todo el proceso.
Finalmente, un programa delineado previamente ayuda a asignar recursos de manera efectiva, considerando que el proceso suele involucrar a varios equipos, desde IT hasta Finanzas, que requieren tiempo y dinero.
Una estrategia de migración a la nube ofrece una hoja de ruta clara, asigna roles y responsabilidades, establece cronogramas y garantiza que todos los recursos estén disponibles para un procedimiento sin contratiempos.
Tipos de estrategias para migrar a la nube
La elección de la estrategia de migración a la nube adecuada depende de los objetivos del negocio, la complejidad de la infraestructura de IT y el nivel deseado de optimización en ese entorno.
#1: Rehosting
El rehosting, o “lift and shift” (levantar y trasladar), consiste en mover las aplicaciones a la nube sin modificar su arquitectura subyacente. Se trata de un plan rápido y rentable, especialmente para empresas que necesitan migrar grandes cantidades de datos o apps en un corto plazo.
Sin embargo, es posible que mediante esta modalidad se desaprovechen los beneficios de la nube, ya que las aplicaciones podrían no estar optimizadas para ese entorno.
#2: Refactoring
El refactoring implica hacer modificaciones en la arquitectura de una aplicación para aprovechar al máximo las funcionalidades nativas de la nube, como el autoescalado, la contenerización y la computación serverless.
Aunque es más complejo y consume más tiempo que el rehosting, el refactoring permite optimizar el rendimiento y reducir los costos operativos a largo plazo a través del uso de las capacidades nativas de ese entorno.
#3: Replatforming
El replatforming es un enfoque intermedio que significa realizar cambios mínimos en la infraestructura de una aplicación mientras se migra a la nube.
Así, busca un equilibrio entre rehosting y refactoring, permitiendo a las empresas disfrutar de los beneficios de ese entorno sin rediseñar completamente sus apps.
#4: Repurchasing
En algunos casos, las empresas optan por reemplazar sus aplicaciones actuales por versiones nativas de la nube, como soluciones de Software como Servicio (SaaS - Software as a Service).
Esta estrategia se usa a menudo cuando las apps están desactualizadas o si un nuevo producto nativo de la nube proporciona ventajas significativas en funcionalidad, costo o escalabilidad.
#5: Retiring
Durante el proceso de migración, las organizaciones pueden descubrir que ciertas aplicaciones ya no son necesarias, por lo cual deben retirarlas para reducir la complejidad, liberar recursos y disminuir costos, asegurando que solo los sistemas esenciales sean traspasados a la nube.
¿Cómo diseñar una estrategia para migrar a la nube?
La creación de una estrategia de migración a la nube implica varios pasos críticos necesarios para garantizar una transición exitosa.
El primero consiste en realizar una evaluación exhaustiva de la infraestructura existente, lo cual incluye identificar qué aplicaciones, cargas de trabajo y datos serán traspasados, a la vez de determinar su estado actual. Algunas requieren un cambio en la arquitectura, mientras que otras pasarán tal cual.
Luego, hay que elegir un proveedor de la nube que se alinee con las demandas del negocio, considerando escalabilidad, características de seguridad y costos. Además, es clave determinar qué tan bien los servicios del prestador se integran con la infraestructura actual y cuán fácil es posible escalar conforme crece la empresa.
Posteriormente es momento de desarrollar un plan detallado de migración, que describa las fases específicas para trasladar cada aplicación o carga de trabajo, así como el cronograma y los equipos responsables de llevar a cabo el proceso. Una hoja de ruta clara asegura que el procedimiento se ejecute de manera eficiente y puntual.
5 fases del traspaso a la nube
La estrategia de migración a la nube contempla cinco pasos clave: cada uno desempeña un rol crucial orientado a asegurar el éxito de la transición:
#1: Evaluación
Para determinar qué componentes deben pasar a la nube, es menester evaluar la infraestructura, las aplicaciones y los datos actuales.
Esto también incluye identificar riesgos potenciales, como vulnerabilidades de seguridad o aplicaciones obsoletas, y determinar cómo se integrarán los sistemas con los servicios de la nube.
#2: Planificación
La fase de planificación consiste en el desarrollo de una estrategia de migración a la nube integral, es decir, la selección del proveedor, la definición del cronograma y la asignación de roles y responsabilidades.
Un plan detallado asegura que el proceso se lleve a cabo sin contratiempos, a la vez de minimizar el riesgo de interrupciones
#3: Ejecución
La ejecución es la migración real propiamente dicha. Según la estrategia elegida, puede involucrar rehosting, refactoring o replatforming de las aplicaciones y las cargas de trabajo.
El proceso debe ser monitoreado de cerca para garantizar que los datos se transfieran de forma correcta y que cualquier problema sea resuelto de inmediato.
#4: Validación
Una vez finalizado el traspaso, hay que validar que todas las aplicaciones y los datos hayan migrado con éxito y que funcionen de manera óptima. Para ello, se realizan pruebas exhaustivas para saber si los sistemas están plenamente operativos en el entorno de la nube y si el rendimiento cumple con los requerimientos del negocio.
#5: Optimización
Luego, el enfoque se centra en optimizar el entorno de la nube, lo cual incluye reconfigurar recursos, ajustar configuraciones de seguridad o implementar funcionalidades nativas para mejorar el rendimiento y reducir los costos.
La optimización continua asegura que la infraestructura de la nube se mantenga alineada con los objetivos empresariales.
¿Cómo InvGate Service Management admite estrategias de migración tanto on-premise como en la nube?
Para la estrategia de migración, es fundamental elegir soluciones de ITSM capaces de adaptarse tanto a entornos on-premise como en la nube. InvGate Service Management ofrece la flexibilidad de funcionar en cualquiera de estos entornos, asegurando que las empresas puedan mantener una Gestión de Servicios fluida durante todo el proceso de traspaso, sin importar su infraestructura.
Así, las organizaciones que disponen sistemas on-premise tienen la posibilidad de aprovechar las capacidades robustas de Gestión de Servicios de IT de InvGate Service Management, incluyendo el rastreo y la resolución de incidentes, la administración de solicitudes de prestaciones y la Gestión del Cambio en un espacio seguro y controlado. Esto es ideal para las compañías que cuentan con estrictos requisitos de cumplimiento o sistemas heredados que no estén listos para una adopción completa de la nube.
En la nube, InvGate Service Management proporciona la misma potente funcionalidad, con la ventaja adicional de acceder a capacidades para escalar y a una gran flexibilidad.
La migración a ese entorno con InvGate significa que la organización aprovechará las actualizaciones en tiempo real, mejorará la colaboración y escalará de forma sencilla sin preocuparse por el mantenimiento del hardware o las limitaciones físicas de los servidores. En definitiva, los equipos de IT que gestionan incidentes y servicios acceden a una experiencia más fluida, especialmente cuando crecen junto con el negocio.
Al ofrecer soporte a configuraciones tanto on-premise como en la nube, InvGate Service Management ayuda a impulsar la estrategia de migración a la nube presentando una experiencia de ITSM sin interrupciones y sin importar dónde se encuentra la infraestructura.
Ya sea que tu empresa esté haciendo una transición gradual a la nube o ya opere completamente en ella, InvGate garantiza la continuidad en el servicio de IT y eleva la eficiencia.

Conclusión
El traslado de los recursos de IT a la nube constituye un proceso complejo y de múltiples pasos que requiere una cuidadosa planificación y ejecución.
Una estrategia de migración a la nube bien definida ayuda a las organizaciones a enfrentar los desafíos del proceso, minimizar los tiempos de inactividad y maximizar los beneficios de una infraestructura en ese entorno.
Siguiendo las fases del procedimiento, es posible asegurar una transición fluida y aprovechar todo su potencial.
Preguntas frecuentes (FAQs)
1. ¿Qué es la migración a la nube?
La migración a la nube es el proceso de trasladar los activos digitales de una organización, como datos, aplicaciones y cargas de trabajo, desde una infraestructura on-premise a una plataforma basada en la nube.
2. ¿Cuáles son los beneficios de pasarse a la nube?
Los beneficios clave incluyen la escalabilidad, el ahorro de costos, una mayor seguridad, una mejor colaboración y opciones de recuperación ante desastres.
3. ¿Cuáles son los principales desafíos de pasarse a la nube?
Los desafíos comunes contemplan posibles tiempos de inactividad, riesgos en la seguridad de los datos, sobrecostos, falta de habilidades y dependencia respecto al proveedor.
4. ¿Cuáles son los tipos de estrategias de migración a la nube?
Las estrategias son: rehosting, refactoring, replatforming, repurchasing y retiring de las aplicaciones.
5. ¿Cuánto tiempo demora el traspaso?
El tiempo depende de la complejidad de la migración, el volumen de datos y la estrategia elegida. Por lo tanto, puede variar desde unas pocas semanas hasta varios meses.
6. ¿Se pueden migrar todas las aplicaciones a la nube?
No todas las aplicaciones son aptas para entornos en la nube. Los sistemas heredados a veces requieren una re-arquitectura significativa y algunos son más adecuados para permanecer on-premise.