Gestión de Parches de Windows: tips y herramientas para una protección total

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Consideremos algunas cifras: Windows de Microsoft domina más del 68% del mercado mundial de sistemas operativos de desktops, según un informe de Statista. Con tal presencia, una eficaz Gestión de Parches de Windows resulta esencial para mantener el entorno seguro y funcionando de forma óptima. Y precisamente esto abordamos aquí. 

Así, en este artículo, profundizamos sobre los siguientes temas:

  • Qué es la Gestión de Parches de Windows y cuál es su importancia.
  • Diferentes tipos de parches y sus funciones.
  • Mejores prácticas para el proceso.
  • Herramientas y métodos para un procedimiento eficiente. 
  • Desafíos de la aplicación de parches en sistemas Windows y la manera de superarlos.

¿Estás listo para tomar el control de esta tarea? Entonces, comencemos.

Gestión de Parches de Seguridad: Cómo detectar software vulnerable
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¿Qué es la Gestión de Parches de Windows?

La Gestión de Parches de Windows consiste en desplegar y mantener actualizaciones -o parches- para ese sistema operativo de Microsoft de modo de evitar vulnerabilidades de seguridad, corregir errores, mejorar el rendimiento y, ocasionalmente, introducir nuevas funciones.

En conclusión, la adquisición, prueba e implementación de los parches garantiza que los sistemas sean seguros, el cumplimiento de la normativa y una operatividad eficaz del entorno de IT.

Tipos de parches de Windows

Los parches de Windows son de varios tipos y responden a diversas clasificaciones. Cada uno fue diseñado para abordar necesidades específicas del ecosistema tecnológico. Aunque la lista puede resultar extensa, nos centramos en los más comunes. 

Aquí un resumen:

  1. Parches de seguridad.
  2. Actualizaciones críticas.
  3. Actualizaciones de las funciones.
  4. Actualizaciones de los drivers.
  5. Actualizaciones acumulativas.
  6. Service packs.

#1: Parches de seguridad

Los parches de seguridad constituyen actualizaciones creadas para solucionar vulnerabilidades del sistema operativo que podrían ser explotadas por las ciberamenazas. Para salvaguardarse contra el malware, el ransomware y otros ataques dirigidos a las brechas, dichos parches resultan clave.

Por ejemplo, en 2017, Microsoft publicó un parche de seguridad para corregir la vulnerabilidad explotada por el infame ataque de ransomware WannaCry. Las organizaciones que lo aplicaron rápidamente evitaron las consecuencias negativas, mientras que las que se retrasaron sufrieron importantes pérdidas financieras y de sus datos. 

En síntesis, la implementación periódica de parches de seguridad es esencial para proteger los sistemas y la información frente a las ciberamenazas que se encuentran en constante evolución.

 

#2: Actualizaciones críticas

Las actualizaciones críticas están diseñadas para resolver problemas importantes que afectan la estabilidad, la fiabilidad o el rendimiento de los sistemas Windows. Aunque no siempre se vinculan a vulnerabilidades de seguridad, abordan problemas capaces de perturbar gravemente las operaciones.

Por caso, imagina un error que causa bloqueos inesperados en Windows y que impide a los usuarios completar sus tareas. Para resolverlo rápidamente y garantizar un rendimiento óptimo del ecosistema, se lanza una actualización crítica. 

Por lo tanto, la aplicación de actualizaciones críticas con celeridad asegura que el entorno opere como una máquina bien aceitada, evita tiempos de inactividad innecesarios y la frustración de las personas.

#3: Actualizaciones de las funciones

Las actualizaciones de las funciones representan un cambio en los sistemas Windows, ya que introducen nuevas capacidades, mejoras o diseños renovados, orientados a elevar la experiencia del usuario. A diferencia de las críticas o de seguridad, no se limitan a solucionar problemas, sino que añaden valor.

Piensa en la introducción de Windows 11: las modificaciones en la interfaz, las capacidades para aumentar la productividad y la optimización de la gestión de desktops virtuales formaron parte de una actualización de este tipo. 

En conclusión, hay que estar al día con ellas para que los sistemas sigan siendo modernos y eficientes, de modo de garantizar la satisfacción y la productividad de la gente.

#4: Actualizaciones de los drivers

Las actualizaciones de los drivers aseguran que los dispositivos de hardware como impresoras, tarjetas gráficas y adaptadores de red operen a la perfección con el sistema operativo Windows. Su función es corregir problemas de compatibilidad, mejorar el rendimiento y, en ocasiones, añadir funciones.

Por ejemplo, la actualización de los drivers de una tarjeta gráfica puede optimizar el rendimiento de los juegos más recientes o resolver inconvenientes de parpadeo de la pantalla. 

En definitiva, los drivers actualizados permiten una relación armónica entre el hardware y el software, evitando los frustrantes momentos del tipo: “¿Por qué esto no funciona?”

#5: Actualizaciones acumulativas

Las actualizaciones acumulativas agrupan varios parches (correcciones de seguridad, actualizaciones críticas, etc.) en un único paquete, simplificando el proceso al permitir aplicar los más recientes a la vez en lugar de instalarlos individualmente.

Por caso, los lanzamientos mensuales del Martes de Parches de Microsoft suelen incluir actualizaciones acumulativas que cubren todas las correcciones más recientes. 

Este enfoque ahorra tiempo y asegura que los sistemas estén siempre al día sin tener que perseguir múltiples actualizaciones.

#6: Service packs

Los service packs incluyen todas las actualizaciones publicadas anteriormente, junto con correcciones y mejoras adicionales. Aunque hoy en día son menos frecuentes, en el pasado fueron un elemento básico del mantenimiento de Windows.

Así, Windows 7 Service Pack 1 combinaba una serie de actualizaciones y ajustes de rendimiento, que facilitaban la implementación en las organizaciones. 

Los service packs representan una ventanilla única para poner al día los sistemas de una sola vez.

 

¿Por qué se necesita la Gestión de Parches en el sistema Windows?

Con más del 68% del mercado de sistemas operativos de desktops basados en Windows, las probabilidades de los ciberataques son cada vez mayores en ellos. En este contexto se torna fundamental la puesta en marcha de una Gestión de Parches de Windows para mantener la seguridad, la estabilidad y el cumplimiento. 

Tanto si administras un pequeño equipo como una red entera, esta práctica impulsa sistemas protegidos y eficiencia en el funcionamiento. 

En las próximas líneas enumeramos las principales ventajas de una Gestión de Parches de Windows.

#1: Mayor seguridad y protección frente a las amenazas

Las ciberamenazas evolucionan constantemente y Windows siempre suele estar en la mira. En ese contexto, los parches de seguridad abordan las vulnerabilidades del sistema e impiden que las aprovechen los atacantes. En definitiva, reducen los riesgos y protegen los datos confidenciales frente a las filtraciones.

 

“Los ataques que afectan a los sistemas de los clientes rara vez son el resultado de la explotación de vulnerabilidades previamente desconocidas por parte de los atacantes. Más bien, explotan vulnerabilidades para las que hay parches disponibles pero que no fueron aplicados. Por esta razón, Microsoft recomienda que los clientes prioricen la aplicación de parches.”

#2: Mejora del rendimiento y la estabilidad del sistema

Las actualizaciones críticas y acumulativas abordan los errores y optimizan el rendimiento, manteniendo los sistemas funcionando sin problemas. 

Por lo tanto, la aplicación adecuada de parches garantiza un tiempo de inactividad mínimo y menos interrupciones causadas por fallos o inestabilidad.

#3: Simplificación de la Gestión del Cumplimiento de las normativas

Muchas industrias poseen estrictos requisitos de cumplimiento que exigen que los sistemas se encuentren actualizados con los últimos parches. 

Una gestión eficaz de esta tarea ayuda a responder de modo de evitar multas y garantizar la confianza de los clientes.

 

#4: Reducción de la carga de trabajo de IT mediante la automatización

Con las herramientas de Gestión de Parches adecuadas, es posible automatizar las tareas rutinarias de aplicación, despliegue y programación. 

Esto no sólo ahorra tiempo al reducir el esfuerzo manual de los equipos de IT, sino que también asegura que los parches se implementen de forma coherente en múltiples dispositivos.

#5: Maximización de la eficacia de toda la red

El abordaje de las vulnerabilidades y el despliegue de las actualizaciones durante las horas de menor actividad minimiza las interrupciones, a la vez que impulsa la productividad. 

En definitiva, un proceso de aplicación de parches eficiente mantiene la red en perfecto funcionamiento. 

Principales desafíos de la aplicación de parches en Windows

Si bien la Gestión de Parches de Windows resulta esencial, no está exenta de ciertas dificultades: desde mantenerse al día con los lanzamientos hasta garantizar un proceso de implementación eficiente, los equipos de IT a menudo deben hacer malabares entre múltiples tareas.

Si estás al tanto de ellas, no te preocupes: a continuación te ofrecemos estrategias para abordarlas. 

#1: Mantenerse al día con el gran volumen de parches

Microsoft publica actualizaciones constantemente, por lo que un seguimiento de todas ellas resulta abrumador. Y pasar por alto un solo parche puede dejar los sistemas vulnerables frente a las amenazas de seguridad. 

La solución es equilibrar la velocidad y la minuciosidad a la hora de gestionar este volumen, aunque constituya un verdadero desafío para los equipos de IT.

#2: Parches rotos y problemas de reversión

A veces los parches no salen según lo previsto, lo cual conlleva la posibilidad de romper flujos de trabajo o crear nuevos problemas en el sistema. En ese contexto es fundamental contar con un plan de reversión para volver atrás con los cambios rápidamente y así minimizar las interrupciones. 

Sin embargo, la detección y solución de estos inconvenientes a veces lleva mucho tiempo.

#3: Gestión de los requisitos de cumplimiento

Para los sectores con normas estrictas, la aplicación coherente de parches no es opcional, sino una tarea obligatoria. 

Para respetar las reglas y superar las auditorías es imprescindible contar con una visión clara del estado de los parches y de los plazos de despliegue.

#4: Dilemas de priorización de los parches

No todos los parches son iguales, por lo que su priorización resulta esencial. Microsoft los clasifica por gravedad, utilizando la siguiente escala: Crítico, Importante, Moderado y Bajo para indicar su urgencia e impacto potencial.

Los críticos abordan vulnerabilidades que podrían explotarse de forma remota, mientras que los de baja calificación solucionan problemas menos graves. 

Sin las herramientas adecuadas para evaluar y actuar en función de estas clasificaciones, las vulnerabilidades críticas permanecerían expuestas mientras que las menos urgentes serían abordadas en primera instancia.

#5: Aplicación en diversos sistemas

Los entornos Windows rara vez son homogéneos: posiblemente se gestionen dispositivos que ejecutan diferentes versiones, con distintas configuraciones de hardware y software. Esta diversidad complica el proceso de aplicación de parches, la coherencia y la eficacia de las actualizaciones.

#6: Falta de visibilidad de los dispositivos en tiempo real

Sin la capacidad de supervisar el estado y el historial de los parches en tiempo real, los equipos de IT pasarían por alto las actualizaciones, dejando los sistemas expuestos a posibles amenazas. 

Por lo tanto, las herramientas que proporcionan visibilidad centralizada de todos los dispositivos resultan cruciales para identificar vulnerabilidades y garantizar una cobertura completa.

 

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¿Cómo realizar la Gestión de Parches en sistemas Windows?

Para la Gestión de Parches de Windows, no existe una solución única. El proceso elegido dependerá de los recursos del equipo, de las necesidades y de los objetivos específicos de la organización. 

Sin embargo, tanto si gestionas un pequeño negocio como una gran empresa, existe un método (o una combinación de varios) que funciona de forma óptima. Estos son los principales enfoques de la Gestión de Parches de Windows:

  • Windows Update.
  • Windows Server Update Services (WSUS).
  • Herramientas de Gestión de Parches de terceros.
  • Combinación de métodos.

#1: Windows Update

Windows Update es la solución de parches integrada de Microsoft, que ofrece una forma sencilla de mantener actualizados los dispositivos individuales. 

Para acceder a ella se conecta a los servidores de Microsoft para descargar e instalar automáticamente los parches de seguridad, así como para mejorar las funciones y actualizaciones críticas y de los drivers. 

Por defecto, está configurado para buscar actualizaciones automáticamente, pero los usuarios pueden ajustarlo en función de sus necesidades. Por caso, programarlas para las horas de menor actividad o retrasar las que son opcionales.

Este método es perfecto para pequeñas empresas, usuarios individuales o equipos con una infraestructura informática mínima. Aunque constituye una opción sencilla para los requerimientos básicos de aplicación de parches, no ofrece el nivel de control o escalabilidad que demandan las grandes organizaciones.

#2: Windows Server Update Services (WSUS)

Windows Server Update Services (WSUS) representa la herramienta gratuita de Gestión de Parches de Microsoft disponible en los sistemas operativos Windows Server

Diseñada para ayudar a los equipos de IT a implementar y administrar parches en los dispositivos Windows, proporciona un control centralizado sobre las actualizaciones que se aprueban, programan y distribuyen.

Aunque es útil para las necesidades básicas vinculadas a esa tarea, lo cierto es que posee ciertas limitaciones. En efecto, como funciona con un modelo tipo push que envía los parches directamente a los endpoints sin verificar su estado, WSUS no detecta cuáles faltan ni confirma si una actualización se implementó correctamente. Esto puede provocar gaps en el proceso si no se supervisa cuidadosamente.

Por lo tanto, es más adecuado para pequeñas y medianas empresas que requieren una funcionalidad básica de aplicación de parches, ya que no ofrece compatibilidad multiplataforma o automatización, entre otras capacidades avanzadas. 

Para organizaciones más grandes con necesidades más complejas, WSUS puede combinarse con otras herramientas, como Microsoft Configuration Manager (parte de la familia Intune), para funciones adicionales de gestión de endpoints y generación de reportes.

#3: Herramientas de Gestión de Parches de terceros

Las herramientas de Gestión de Parches de terceros ofrecen una solución versátil y repleta de capacidades para administrar las actualizaciones en todo el entorno de IT. De hecho, van más allá de las ofrecidas por Windows, ya que aplican parches para software ajenos a Microsoft, drivers de hardware e incluso apps personalizadas. También proporcionan funciones avanzadas como automatización, reportes de cumplimiento y compatibilidad entre plataformas.

En ese sentido, existen instrumentos específicos de Gestión de Parches o plataformas de Gestión de Activos de IT que incluyen esa tarea como parte de un conjunto de propuestas más amplio. Ambas opciones permiten centralizar el proceso, analizar los dispositivos en busca de actualizaciones faltantes y automatizarlo en base a programas o políticas. Muchas también incluyen paneles para monitorear el estado de los parches, solucionar problemas y garantizar el cumplimiento.

Dicho enfoque es ideal para organizaciones con infraestructuras informáticas diversas, recursos de IT internos limitados o necesidad de capacidades mejoradas. Ya sea que estés parcheando software a través de Windows, macOS, Linux o aplicaciones de terceros, estas herramientas agilizan el proceso, ahorrando tiempo y reduciendo riesgos.

#4: Métodos mixtos

La combinación de diferentes enfoques de la Gestión de Parches de Windows permite crear una solución a medida y adaptada a las necesidades únicas de la organización. 

Por ejemplo, es posible utilizar Windows Update para equipos más pequeños o dispositivos individuales, WSUS para el control centralizado de una red más grande y una herramienta de Gestión de Parches de terceros para el manejo de software que no sea de Microsoft y para la automatización avanzada.

Este enfoque resulta ideal para organizaciones con diversos entornos de IT o distintos niveles de complejidad en sus requerimientos de aplicación de parches. Además, proporciona flexibilidad para abordar obstáculos específicos, al tiempo que se mantiene la eficacia y el control general.

Mejores prácticas para la Gestión de Parches de Windows

Para que la estrategia de Gestión de Parches de Windows resulte eficaz e infalible, a continuación ofrecemos un desglose detallado de las mejores prácticas.

#1: Mantener un inventario de activos

El primer paso es saber con qué se trabaja. Para ello, se precisa un inventario exhaustivo de todos los dispositivos, sistemas operativos y software del entorno informático. Esto ayuda a garantizar que nada se pase por alto, a la vez de reducir las vulnerabilidades potenciales.

#2: Testear los parches en un entorno controlado

Antes de desplegar las actualizaciones en toda la organización, hay que probarlas en un entorno controlado. Esto permite identificar posibles problemas de compatibilidad o errores, sin interrumpir a los usuarios. 

Una fase de pruebas sólida garantiza que los parches mejoren el rendimiento del sistema en lugar de introducir nuevos problemas.

#3: Automatizar siempre que sea posible

Teniendo en cuenta que la aplicación manual de parches lleva mucho tiempo y es propensa a errores, es aconsejable usar herramientas para automatizar tareas rutinarias, como la búsqueda de parches faltantes, la programación de despliegues y la aplicación de actualizaciones. 

La automatización no sólo ahorra tiempo, sino que también garantiza que los parches se apliquen de forma coherente en todo el entorno de IT.

#4: Priorizar las actualizaciones críticas

Sobre la base de que no todos los parches son iguales, las actualizaciones críticas y de seguridad siempre deben ser las primeras de la lista, ya que abordan las vulnerabilidades y los problemas de rendimiento más acuciantes. 

Una estrategia de priorización bien definida garantiza que se gestionen primero los riesgos más importantes.

#5: Programar las actualizaciones fuera de las horas de más trabajo

El tiempo lo es todo cuando se trata de desplegar parches. Así que es indispensable programar las actualizaciones fuera de las horas de mayor trabajo para minimizar las interrupciones y mantener la productividad del equipo. 

Ya sea fuera de la jornada laboral o durante las ventanas de mantenimiento planificadas, una programación inteligente asegura la satisfacción de todos.

#6: Supervisar el estado de los parches

Para confirmar que se aplicaron correctamente, hay que revisar en forma regular el estado de los parches. Lo aconsejable es usar paneles de control o herramientas de generación de reportes que permitan realizar un seguimiento del progreso, a la vez de identificar los dispositivos que aún podrían estar en peligro. 

La supervisión también ayuda a detectar y resolver rápidamente los problemas de implementación.

#7: Crear un plan de reversión

Incluso los mejores parches pueden causar problemas. Por eso es esencial contar con un plan de reversión. 

Tanto si se trata de restaurar una versión anterior como de aplicar una solución rápida, una estrategia de reversión garantiza la recuperación, sin tiempos prolongados de inactividad.

#8: Estar informado sobre los nuevos parches

Para planificar las implementaciones de forma proactiva y evitar que las nuevas vulnerabilidades o actualizaciones críticas agarren desprevenido a los responsables de la tarea, es fundamental estar informado.

Por caso, hay que estar atento a las publicaciones de los Martes de Parches de Microsoft y a otros anuncios sobre el tema. 

Conclusión

La Gestión de Parches de Windows es esencial para mantener entornos de IT seguros, cumpliendo las normas y con alto rendimiento. Con más del 68% de los dispositivos de desktops con Windows en todo el mercado, resulta fundamental estar al tanto de las actualizaciones. Ya sea que confíes en Windows Update, WSUS, herramientas de terceros o una combinación de varios métodos, la estrategia correcta dependerá de las necesidades y los recursos de tu organización.

Si conoces los tipos de parches, abordas los desafíos comunes y sigues las mejores prácticas, como la automatización y la priorización, agilizarás el proceso de aplicación y protegerás tus sistemas frente a las vulnerabilidades. 

En definitiva, un enfoque proactivo garantiza que tus sistemas Windows permanezcan seguros, eficientes y listos para apoyar el trabajo de tu equipo.

Preguntas frecuentes 

1. ¿Cuáles son las principales herramientas para la Gestión de Parches de Windows?

Las herramientas principales contemplan Windows Update para las necesidades básicas, WSUS para el control centralizado y herramientas de Gestión de Parches de terceros para funciones avanzadas, como la automatización y el soporte multiplataforma.

2. ¿Por qué son necesarios los parches de Windows?

La aplicación de parches de Windows es esencial para proteger los sistemas frente a vulnerabilidades de seguridad, garantizar el cumplimiento de las normativas y mantener un rendimiento óptimo, gracias a la solución de los errores y la incorporación de mejoras.

3. ¿SCCM es una herramienta de Gestión de Parches?

SCCM (ahora parte de Microsoft Endpoint Configuration Manager) no es únicamente una herramienta de Gestión de Parches, sino que proporciona funciones de aplicación de los mismos como parte de sus características de gestión de endpoints.