¿Cómo gestionar la obsolescencia del software?

hero image
Únete al IT Pulse

Recibe las últimas noticias del mundo de IT una vez por semana.

¿Alguna vez te apareció un aviso de “software obsoleto”? Si bien muchos usuarios se topan con ese término, no siempre lo comprenden de forma acabada. Lo cierto es que esta indicación puede plantear problemas a los equipos de IT y a las organizaciones, ya que a menudo se refiere a la necesidad de un cambio. 

En este artículo, explicamos qué es la obsolescencia del software, en qué se diferencia del depreciado y por qué resulta tan importante. También exploramos ejemplos del mundo real y discutimos cómo las prácticas efectivas de gestión de soluciones de IT ayudan a identificar y abordar esta situación.

Así que entremos en tema.

Licencias de software: cómo gestionarlas en tu organización
Video thumbnail

 

¿Qué significa la obsolescencia del software?

El término “obsoleto” se refiere a una característica, función o versión del software cuyo uso ya no se recomienda. Aunque sigue estando operativo, normalmente se marca para su eliminación en futuras actualizaciones. Los desarrolladores pueden indicar esta característica para incentivar a los usuarios a cambiar a alternativas más recientes o directamente para eliminar dicha tecnología.

Por ejemplo, una interfaz de programación de aplicaciones (API - application programming interface) continúa funcionando, pero se recomienda a los desarrolladores que dejen de utilizarla y adopten una sustituta. La desaprobación suele ir acompañada de advertencias en la documentación, notas de la versión o tiempos de ejecución para informar a los usuarios del traspaso inminente.

Otro término que se usa indistintamente es Final de la Vida Útil (EoL - End of Life): cuando el software alcanza esta instancia, deja de recibir soporte o actualizaciones, lo cual significa que ya no se accede a las reparaciones y a los parches de seguridad. En consecuencia los usuarios tienen que abandonar su uso inmediatamente y buscar una versión más reciente o una alternativa. 

La principal diferencia con respecto a “obsolescencia” es que EoL es definitivo: la primera puede seguir funcionando y disponer de un reemplazo previsto, mientras que el segundo es esencialmente abandonado por sus creadores, haciendo que su utilización continuada sea potencialmente arriesgada debido a la falta de actualizaciones de seguridad y de soporte.

¿Por qué el software queda obsoleto?

  • Avances tecnológicos: a medida que la IT evoluciona, los componentes más antiguos quedan obsoletos. Por lo tanto, la eliminación ayuda a garantizar la compatibilidad con los estándares modernos.
  • Vulnerabilidades de seguridad: las funciones más viejas suelen exponer a los sistemas a riesgos. En este caso, la eliminación también constituye una medida proactiva para proteger a los usuarios.
  • Funcionalidad mejorada: los desarrolladores introducen sustituciones optimizadas y más eficaces al incentivar la adopción de herramientas más recientes.
  • Sobrecarga de mantenimiento: las funciones obsoletas requieren reparaciones, que implican un aumento de la complejidad y de los costos. La eliminación, entonces, permite a los desarrolladores centrarse en mantener y optimizar las soluciones actuales.

 

¿Cómo se detecta el software obsoleto?

  • Avisos en las herramientas de desarrollo o en los registros del sistema.
  • Menciones en la documentación oficial o en las notas de la versión.
  • Anuncios de los proveedores o en las comunidades de código abierto.
  • Soporte limitado o inexistente para actualizaciones o correcciones de los errores.

Estas señales ayudan a las organizaciones a planificar las migraciones y así evitar interrupciones repentinas cuando se retira el soporte.

Software obsoleto vs. software depreciado

Los términos “obsoleto” y “depreciado” tienen significados distintos en el contexto del software y la informática:

  • Obsoleto: se refiere al software o las funciones cuyo uso ya no se recomienda, por lo que debe ser retirado. Por ejemplo, una base de datos marcada como tal indica a los desarrolladores que tienen que cambiarla a una alternativa.
  • Depreciado: la reducción del valor con el paso del tiempo. Este término se utiliza a menudo en la Gestión de Activos de IT (ITAM) para describir la disminución del valor financiero del hardware o el software. Por caso, un servidor comprado hace cinco años probablemente se depreció significativamente en términos monetarios.

Si bien los dos conceptos no están relacionados, en la práctica a veces se solapan. Por ejemplo, un software obsoleto de un sistema anticuado también puede estar depreciado financieramente, lo cual agrava la necesidad de sustituirlo o actualizarlo.

Ejemplos de software obsoleto

La obsolescencia del software es habitual en el mundo de la tecnología, con ejemplos que van desde los lenguajes de programación hasta las aplicaciones de consumo masivo. He aquí algunos casos notables:

  • Adobe Flash: era una plataforma muy utilizada para contenidos multimedia e interactivos en la web. Sin embargo, a medida que ganaron terreno los estándares modernos, como HTML5, Flash fue marcado como obsoleto. En 2020, Adobe finalizó oficialmente de dar soporte y los navegadores eliminaron por completo la compatibilidad.
  • Internet Explorer: el navegador de Microsoft quedó obsoleto en favor de Microsoft Edge. Su arquitectura antigua y falta de compatibilidad con los estándares web modernos llevaron a retirarlo gradualmente, incentivando a los usuarios a cambiar al nuevo.
  • TLS 1.0 y 1.1: estas versiones de Transport Layer Security (TLS) quedaron obsoletas debido a sus vulnerabilidades. En consecuencia, se instó a las organizaciones a actualizar a TLS 1.2 o 1.3 para mantener la seguridad de las comunicaciones.

Cada uno de estos ejemplos pone de relieve la importancia de reconocer y abordar a tiempo la obsolescencia del software para evitar problemas de compatibilidad o de seguridad.

¿Cómo ayuda la gestión del software a detectar la obsolescencia?

La gestión del software obsoleto requiere una visibilidad completa del entorno tecnológico así como una planificación proactiva.

Las herramientas de Gestión de Activos de IT, como InvGate Asset Management, ayudan a identificar, rastrear y abordar la obsolescencia del software. Estos son los pasos a seguir para llevar adelante el proceso:

Paso 1: Crear un inventario de software

El primer paso para identificar soluciones obsoletas es crear un inventario de software, cuyo fin es proporcionar una lista completa de todas las aplicaciones en uso, incluyendo sus versiones y estado de soporte. Sin esta tarea fundamental, es imposible determinar la obsolescencia o los que ya no reciben soporte.

InvGate Asset Management ofrece la posibilidad de obtener una visión unificada de todos los activos de IT, es decir, tanto del hardware como del software. Gracias a su función de descubrimiento se recopilan automáticamente los datos de aquellos instalados en todos los dispositivos.

También es posible:

  • Utilizar las capacidades de categorización de InvGate para organizar el software por tipo (por ejemplo, sistemas operativos, aplicaciones, etc.).
  • Etiquetarlo junto a detalles relevantes, como el estado de la licencia, para facilitar la gestión.

Paso 2: Filtrar el software obsoleto

El siguiente paso es filtrar los datos del inventario para identificar cualquier software obsoleto, lo cual implica compararlos con listas de aplicaciones y versiones que quedaron anticuadas.

En ese sentido, InvGate Asset Management brinda las siguientes funciones:

  • Acceder a la nómina del inventario: en la pestaña “Software”.
  • Reducir la lista en base a criterios como el nombre del software y los números de versión. Para tal fin se ejecuta la siguiente consulta: Nombre.del.software.es: Microsoft Office 2019 o Nombre.del.software.contiene: Microsoft Office.

Paso 3: Analizar el uso y las dependencias del software

Después de identificar el software obsoleto, hay que analizar su uso y cualquier dependencia con otras aplicaciones. Esto ayuda a priorizar el que necesita atención inmediata en función de su impacto en las operaciones empresariales globales.

Para ello se requiere:

  1. Comprobar las métricas de uso:
  • Revisar las estadísticas disponibles en InvGate para determinar con qué frecuencia se utiliza cada software obsoleto.
  1. Mapear las dependencias:

Paso 4: Generar reportes

La creación de informes detallados ayuda a comunicar a las partes interesadas los hallazgos sobre la obsolescencia de software y sus riesgos. Esto facilita la toma de decisiones con respecto a los esfuerzos de reparación. 

Para tal fin es posible crear reportes en InvGate que enumeren todo el software obsoleto identificado, las estadísticas de uso y los riesgos potenciales.

reportes-de-licencias-de-software-en-invgate-asset-management

Pasos siguientes: plan de corrección y monitoreo continuo

Sobre la base del análisis, ahora es momento de desarrollar un plan para reemplazar o eliminar el software obsoleto, de modo de garantizar una interrupción mínima de las operaciones comerciales. Primero hay que buscar sustitutos adecuados y preparar una estrategia de transición.

A continuación, recomendamos establecer un proceso de monitoreo continuo para identificar rápidamente nuevas instancias de software desactualizado u obsoleto y así mantener un entorno seguro de IT.

Un enfoque proactivo de gestión del software ayudará a:

  • Descubrir y reemplazar el software desactualizado, EoL u obsoleto y reducir la exposición a vulnerabilidades.
  • Mantener al día el software compatible para minimizar los problemas de este tipo.
  • Evitar la necesidad de correcciones de emergencia o gastos imprevistos.
  • Utilizar siempre software compatible, lo cual ayuda a cumplir los requisitos y así evitar sanciones.

En conclusión, las organizaciones que invierten en herramientas y prácticas de SAM (Software Asset Management o Gestión de Activos de Software) estarán mejor equipadas para afrontar los desafíos de la obsolescencia del software, a la vez que optimizarán sus entornos de IT.

Palabras finales

Cuando se trata de la obsolescencia del software, la comprensión de la magnitud del problema representa sólo el principio. La eliminación de dichas herramientas, la identificación de los riesgos y la actualización de los sistemas requieren un esfuerzo continuo que es fundamental encarar porque estos pasos protegen a la organización de problemas mayores en el futuro. 

Aunque parezca que hay mucho que administrar, las soluciones para la Gestión de Software y Activos simplifican el proceso, manteniendo el entorno actualizado y seguro. 

Por lo menos, ser consciente del software obsoleto -y tomar medidas al respecto- coloca a tu empresa en una posición más sólida de cara al futuro.